De la filosofía y pensamiento crítico feminista
Llegamos a la tercera sesión de la Escuela de Pensamiento Feminista en LUNA, donde compartimos la sesión de “filosofía y Pensamiento crítico” con la maravillosa filosofa Ximena Castellanos.
Muchas veces hemos escuchado que “el feminismo es el hijo no querido de la ilustración”, cabe destacar que esta frase fue dicha por Amelia Valcárcel tras la presentación de un libro que fue realmente importante para el feminismo español “Sexo y Filosofía. Sobre Mujer y Poder” (Madrid, 2021). Pero, ¿por qué es que repetimos esta frase a través de los diferentes espacios feministas?
La respuesta para mi parece ahora bastante sencilla, el feminismo pone en duda las verdades admitidas, es decir, pone a prueba el mito de la verdad absoluta. A través del ejercicio de la duda y la sospecha hemos contribuido a la transformación de la sociedad, y con ello, hemos también cuestionado el femenino; reconocemos no la feminidad como una respuesta sino como una pregunta, la feminidad no es una esencia de la mujer, sino que esta tiene una historia y su propio recorrido.
En algún momento a todas, se nos atribuye a través de la educación la manera en la que debemos de comportarnos o de estar/ser en el mundo, es decir la propia feminidad. Desde la filosofía, hoy podemos entender que esta idea tubo un principio y que al mismo tiempo tiene que ver con la historia singular de lo que significa ser mujer en un momento determinado, o en una época determinada.
Con lo anterior, y bajo la sospecha de lo femenino replanteamos la idea de lo que significa ser mujer, de cómo la mujer ha sido conceptualizada a través de la mirada masculina, y con esto, la idea que nos envuelve en la feminidad, podemos reconocer hoy que lo femenino se traduce ante la tradición, la transmisión y la memoria de las mujeres. Tras este ejemplo podemos decir que la filosofía es el razonamiento sobre los conceptos abstractos que tratan de explicar nuestra realidad, las causas, experiencia y nuestra propia existencia, con la sospecha de lo femenino y nuestro papel en el mundo creamos filosofía feminista.
¿Es el feminismo un dogma? Un dogma significa la repetición automatizada -no reflexionada- de una creencia estancada (Ximena Castellanos, 2021), el feminismo es la constante sospecha de nuestro papel en el sistema, con esta tratamos de entender nuestro papel dentro del mundo hasta hoy construido, y con ello la reflexión y construcción de nuevas formas de relacionarnos, de entender nuestra propia existencia y de crear mejores prácticas con las humanas y humanos; así como con la madre tierra o naturaleza. Pero, ¿Existe el feminismo crítico a nuestras realidades, al ser mujer en un espacio y tiempo determinado?
Pongamos en sospecha nuestra propia realidad, con esto expliquemos ahora el concepto de lo abstracto que se explica como la estructura de la vida cotidiana que implica olvidar muchas cosas para poder resolverla (Ximena Castellanos, 2021). Las mujeres no existimos dentro de una misma y única realidad; entendemos lo abstracto como lo múltiple y lo concreto como uno, cuando realmente lo único que existe es la infinidad de multiplicidades, lo concreto, lo que hay, es realmente múltiple y complejo.
Al no dudar del mundo en el que nos encontramos a través de las sensaciones, o de las experiencias, la conciencia del ser supone la percepción en donde este asume la relación entre el sujeto – objeto como lo dado, como lo concreto.
“…entendemos lo abstracto como lo múltiple y lo concreto como uno, cuando realmente lo único que existe es la infinidad de multiplicidades, lo concreto lo que hay, es realmente múltiple y complejo”.
Ximena Castellanos
Sin embargo, es importante comprender que el feminismo reflexiona dentro de las realidades que existen en lo femenino, no podemos dar por hecho que lo que ocurre aquí, está pasando en todos lados, es decir, en otros espacios se tienen sus propias realidades, su propio concreto (percepción), el feminismo se vale de esta idea para realizar análisis críticos, reflexionados de lo que cada mujer vive en su experiencia. Al realizar esta práctica comprendemos lo peligroso del mito de la única historia, y lo que esto conlleva, no poder ser empáticas ni reconocer las distintas realidades, y con esto no sería posible la frase “no seremos libres hasta que todas las mujeres dejemos de ser oprimidas”.
El feminismo en la filosofía nos hace reflexionar sobre nuestra realidad, con ello podemos comprender las realidades de distintas mujeres internacionalizando el concepto desde su propia percepción.