
Ideas negadas
Texto producido durante el módulo Feminismo y Escritura Autobiográfica | Por América Taide Barrón Cortez
Es curioso.
El sistema
me brindó, “benévolo”, el mundo del saber.
Me aplaudía, se los juro.
Me alabó la exquisita apropiación
de la palabra
y yo, tan poco consciente del vilipendio,
abracé ingenua esa aprobación,
como la niña que, sonriente,
va a dormir porque esta tarde
logró el dominio sobre el balón
y ha hecho feliz a su padre.
Celebró, pues como digo
mi obediencia febril para seguir, al pie de la letra,
los dictámenes del profesor laureado,
del crítico con experiencia, de esa que adquirió
antes de yo que naciera,
del compañero ególatra y esnob, que, por varón, había que seguirlo
porque aquí se sabe, tristemente se sabe
que la tontería más deliberada es potente, aunque no diga nada.
Elogió mi dedicación y esfuerzo,
mi doble dedicación y doble esfuerzo
por soportar acoso como intercambio
de una evaluación meritoria
por aguantar el asco de un halago a mi inteligencia
como correspondencia a una cita amable de un señor
de casi 60 años que se hace llamar Maestro.
Me laureó con becas, diplomas,
simulaciones infantiles de dirigencias gubernamentales,
menciones honoríficas,
me susurró al oído todo lo que yo podía ser si así quisiera
competencias
concursos
premios,
crecí asumiendo que mi vida era mía
y que la fuerza del saber un día me coronaría,
pero pronto,
ese estudio rebasó los límites de la audacia
brinqué la cerca de la obediencia
y se hizo presente aquel verbo que no pertenecía al manual:
cuestionar.
Cuestionar, entonces, el engaño.
Cuestionar el control, el poder, la opresión.
Cuestionar el atrevimiento de concebirnos objetos y no sujetos
Cuestionar la legitimidad unánime para nombrar y categorizar
Cuestionar el privilegio adjudicado de crear –aunque no fuera vida–,
Cuestionar la culpa asignada y el placer condicionado
Cuestionar su desvergüenza de cuestionarnos
cuando el conocimiento prestado me convidó
la luz
y entendí el origen.
Es curioso.
El sistema
me despojó, malévolo, del mundo del saber.
Así, pues, a fuerza de este desaprendizaje
descubrí un trazo no hegemónico
y el camino que me condujo a las ideas negadas.
#SomosLuna